La primera vez que me preocupé por mi aliento fue cuando tenía 8 o 9 años. Estaba en el colegio y una niña me dijo que me olía mal la boca. Desde entonces, desde que tengo uso de razón, siempre he estado preocupada. Antes de empezar mi tratamiento con el doctor Nunes había probado todo. He ido muchas veces al médico de cabecera, me mandaba al de digestivo y nunca daban con mi solución. Mi madre no le daba importancia, decía que lo mío le pasaba a todo el mundo. En una ocasión, el médico digestivo me dijo incluso: “la halitosis es como al que le huelen los pies, no se puede quitar”. Conocí el Instituto a través de internet. En un principio no creía que pudiera ser verdad que curaran mi halitosis porque todos los médicos anteriormente no habían dado con la solución. A día de hoy, me encuentro perfectamente. A todo aquel que no se atreve a solucionar el problema se lo digo bien claro: que vaya a ver al doctor Nunes. Es el único hombre en el mundo que soluciona esto. Parece mentira que yo pueda estar así de bien.